15/4/12

Legalización de drogas a debate

El tema está sobre la mesa, y Arena Electoral, un proyecto de Fundación Ethos, abrió la puerta para difundir información y ampliar las posturas del debate. Agradecemos por la publicación en su medio de comunicación y aquí lo replicamos para conocer la opinión de más personas.

                                                     Legalización de drogas a debate

La Comisión de Estupefacientes de la ONU fue la reciente sede desde donde se transmitió al resto del mundo la postura que tienen en este tema personas con un altísimo grado de influencia tanto cultural como políticamente hablando. Ex presidentes debatieron al mismo nivel con actores, empresarios, policías y con médicos, algunos defendiendo que es momento de terminar la guerra contra las drogas mientras los otros defendían que la guerra es sólo una metáfora de la prohibición. Como mexicano les digo a ellos y a quien haga el favor de leer este texto: la guerra en México existe y ha dejado más de 60,000 muertos en el último sexenio, debemos asumir que una política de Estado que debería concentrarse en la salud de los mexicanos se ha vuelto una política de seguridad violenta militar. Es importante abrir el debate y en el marco del año electoral, los candidatos y la sociedad civil debemos construir alternativas menos violentas y enfocadas en materia de salud.

La política de drogas debe ser integral, es decir, que contemple tanto al sector público como al privado; que tome en cuenta aspectos de salud tanto de los individuos como de las instituciones de salud pública; y su accionar debe tener en consideración también la parte económica y financiera desde recaudación de impuestos hasta generación de empleos y nuevos mercados. Este no es el caso de nuestro país, en donde se confunde a la política de drogas con la política de seguridad.

Como parte de dos organizaciones que trabajan en materia de políticas de drogas y juventud, he participado de diversos debates en lo público y en lo privado, en los que me he encontrado con un argumento que me parece pertinente analizar:


“Si se legalizan las drogas todo mundo se va a drogar todo el tiempo y las drogas estarían al alcance de cualquiera, incluso de los niños.”

Partiendo de que el uso indiscriminado e irresponsable de cualquier sustancia, legal o ilegal (alcohol, mariguana, café, tabaco, etc), puede ser dañino para la salud y perjudicial para nuestro entorno, considero  necesario ver la legalización como una alternativa para trabajar en ello en vez de negar la situación como actualmente sucede:

-Lo primero es que hay que decir la verdad al respecto: las drogas ilegales están al alcance de todos y todas. Es mentira que las drogas son difíciles de conseguir, el problema radica en cómo y de quién las obtenemos. Bajo el marco legal actual, exponemos a los usuarios de drogas al mercado negro que la mayoría de las ocasiones consiste de dinámicas peligrosas y violentas. Por ejemplo, si un chavo llega a comprar mota, el narcomenudista no le pide su identificación para corroborar que es mayor de edad puesto que lo ilegal del mercado no le permite seleccionar a sus clientes, sino que debe venderle a cualquiera que quiera comprar, incluidos en muchos casos menores de edad.

- Como también cabe hacer notar, el argumento planteado enfoca los problemas de las drogas exclusivamente y ayuda a mantener la condición ilícita de ese mercado. Esto produce efectos no deseados como que el mismo narcomenudista –dealer- busca vender cualquier droga que le puedan comprar, por lo tanto el usuario de una droga se expone a otras drogas, lo que puede desembocar en el uso de más drogas de manera irresponsable. Por supuesto, no es una responsabilidad únicamente de los productores y vendedores, sino también el Estado es responsable al no permitir que se realice investigación entorno a las distintas sustancias por su ilegalidad, manteniendo así los mitos y rumores por encima la información obtenida a partir de investigación seria. Es por esto que los consumidores tampoco tienen el debido acceso a la información sobre las diversas drogas y por ende, para poder tomar una decisión consciente al momento de consumir. Con más y mejor información podemos tomar mejores decisiones con mayor libertad.

A modo de ejemplo, si el mismo chavo que fue a comprar mota llegó con el narcomenudista y éste no tenía mota disponible, le puede ofrecer una tacha, un ácido o cualquier otra droga que ese día tenga. Cómo en el caso anterior,  por lo ilícito del mercado, el narcomenudista busca vender lo que sea de la forma que sea, por lo que si una persona que iba por mota le compra una tacha, al narcomenudista le resulta igual, lo que le interesa es el ingreso.

-La condición de ilegalidad de tantas drogas necesita de ciertos comportamientos y formas de relación que afectan a los y las usuarias y no al proceso completo.

El narcomenudista normalmente no conoce de donde viene lo que está vendiendo, ni como ha sido procesado, ni la calidad del mismo producto. Por lo ilícito del mercado, mientras menos personas conozcan la cadena y sólo participen de su eslabón y los inmediatos mejor, de manera que en caso de ser detenido la cadena no se vea seriamente afectada.

-Lo dañino de las drogas en cuanto a la salud de las personas, no siempre responde al contenido de la droga misma si no a que se rebajan con otras sustancias, es decir son drogas impuras. Incluso se llega a agregar sustancias para aumentar el nivel de adicción y por ende el nivel de consumo, otro caso es en el que la droga se rebaja para abaratarla y se tiene que consumir más, en cantidad y frecuencia, para obtener el resultado deseado.

Todo lo anterior es cierto, en torno a las drogas hay una gran cantidad de situaciones dañinas, tanto para el individuo como para su entorno inmediato y para la sociedad en la que vive, pero la mayoría de ellas responden a su condición de ilegalidad y son situaciones sobre las que podemos incidir si evitamos la salida fácil de prohibir y construimos políticas integrales que tengan en cuenta los aspectos ya mencionados. Todo proceso de legislación requiere una contraparte social en materia de educación, cultura, información, etc. Las drogas no son la excepción y la legalización realmente plantea una alternativa frente a muchos de estos problemas por varios motivos:

-Es importante hacer la distinción de las drogas por su modo de uso y efectos en el cuerpo, de modo que se establezcan lugares donde estas se administren o vendan, el personal esté plenamente capacitado para reaccionar en caso de una emergencia. Dichos lugares deben estar regulados por el Estado y deben tener en cuenta requisitos específicos para los usuarios como rango de edad y condiciones de salud física y mental, por mencionar algunas.

-Las drogas deben pasar por control de calidad y sanidad, de modo que, tanto los usuarios puedan conocer que es lo que están introduciendo a su cuerpo y las posibles consecuencias de esa acción, como que el gobierno pueda recaudar impuestos y establecer reglas para todas las partes del proceso de producción y consumo.


-Siguiendo el punto anterior, ya no habrían drogas rebajadas y combinadas con sustancias sorpresa de modo que la calidad de las sustancias avaladas por el estado sería la más alta y los usuarios no buscarían un mercado negro puesto que su necesidad está satisfecha, incluso de mejor manera. Estas drogas serían mucho menos perjudiciales para la salud de los individuos que las que existen en el mercado negro actual.

-La experiencia internacional en países como Canadá, Suiza y Holanda en materia de reducción de daños por uso de drogas, comprueba que la existencia de clínicas donde se administren drogas inyectables ayuda a evitar en cierto grado la transmisión de enfermedades por compartir agujas. Estas clínicas también logran prevenir y evitar muertes por sobredosis pues los usuarios que se excedan en el consumo podrán ser atendidos rápidamente y por personal debidamente capacitado.

-La investigación con fines médicos con estas sustancias está prohibida dada su ilegalidad y las propiedades medicinales de algunas de ellas podrían impulsar importantes avances frente a algunas de las enfermedades crónicas graves, como empieza a suceder en algunos estados de los Estados Unidos y en algunos otros países.

-En materia de pluriconsumo, los puntos de venta y administración de las distintas drogas no expondrán a los y las usuarias  a consumir alguna droga en sustitución de otra. Los sitios donde se provea el usuario de mariguana serán sólo de mariguana y los de heroína sólo de heroína, y así con las demás drogas de acuerdo a sus distintos efectos y modos de uso. Para el uso de cada droga la regulación deberá ser distinta tomando en cuenta sus particularidades.

Como lo mencionaba al principio,  entiendo que las drogas pueden tener una serie de consecuencias que pueden impactar de manera negativa la vida de los usuarios y las personas cercanas a ellos, si se utilizan irresponsablemente y sin saber que implica el consumo de ellas. La política de drogas que actualmente vivimos en México promueve dinámicas violentas y riesgosas para los usuarios de drogas y para los no usuarios. Al tener entrelazadas la política de seguridad y la política de drogas el país ha caído en una ola de violencia y derramamiento de sangre que no ha logrado ni en México ni en el resto del mundo los objetivos trazados en una batalla que lleva ya 100 años. Una política de Estado que muestra como resultado decenas de miles de muertos, desaparecidos y desplazados, y que además no logró acercarse a los objetivos planteados, no puede sino considerarse una política fallida. Es importante que en este año de elecciones nosotros, como sociedad civil, hagamos que los candidatos asuman postura y que se abra el debate. Hace 100 años se planteó que la solución al problema de las drogas era la prohibición, hoy es evidente que no es así, y peor aún, la cura nos está doliendo más que la enfermedad.




Autor: Miguel Villegas es integrante de ReverdeSer Colectivo y de Students for a Sensible Drug Policy FCPyS UNAM.

Fuente: http://www.arenaelectoral.com/article/detail/18

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